Kanchanaburi

Kanchanaburi esta a 130km de Bangkok, llegamos en bus tras 2,5h de viaje.

Tenemos reservado el hotel así que buscamos un taxi. Aquí nos ocurre una gran anecdota. Un hombrecillo con una bici y un carro monoplaza enganchado se ofrece a llevarnos por muy poco dinero. Ante la insistencia del hombre accedemos y nos medio montamos los dos y las dos mochilacas. Bueno, la gente por la calle andaba más deprisa que nosotros, le temblaban las piernas al pedalear y sudaba horrores. Nos daba lástima pero tampoco nos paracía bien bajarnos, así que al llegar le dimos más dinero del acordado. Y lo sorprendente fue que se puso a regañar, que era muy poco!

De esa peculiar forma llegamos a "Apple´s House". Un alojamiento muy tranqulilo de modestas cabañas de bambú.




Salimos a dar un paseo. Es curioso ver como todas las casas en tailandia tienen su "casa de los espíritus" para que vivan allí las almas y no en el hogar familiar. Además para que esten cómodos y asegurarse su permanencia les ponen comida, bebidas, incienso... Su forma habitual es la de un templo sobre un alto pedestal.



Cenamos en el pintoresco restaurante del hotel, una sopita tai que se hace esperar.



6 Agosto 2008

El Parque Nacional de Erawan es el más visitado de Tailandia, situado en un bosque selvático alberga siete niveles de cascadas .
Para llegar hay que tomar un bus en una avenida principal cercana al hotel. Contando que el trayecto dura 1,5 horas, madrugamos para no llegar muy tarde.



El destartalado autobús nos deja en el centro de visitantes. Apenas hay gente. Desde allí iniciamos el camino de 700m hacia el primer salto de agua.



Los estanques que se forman bajo las cascadas son de un azul intenso y esta permitido el baño.



Los senderos son, a veces, empinados y resbaladizos, y otros simplemente desaparecen. Las botas de treking son de gran ayuda. Sin embargo el mérito era para los valientes que subían en chanclas de playa.
La intermitente lluvia que nos acompaña durante la ascensión nos alivia el asfixiante calor. En el el quinto nivel de agua se encuentra el estanque más apropiado para el baño y David no deja pasar la oportunidad. Aunque yo no me animo, no se baña solo, gran cantidad de pececillos le mordisquean el cuerpo en esas cristalinas aguas.



Cuando regresamos a la entrada aprovechamos la espera de la salida del autobús para comer en uno de los económicos restaurantes. El viaje de regreso nos repone de la gran caminata, el viajar con las puertas abiertas resulta una genial idea.



Recogemos las mochilas del hostal y llegamos a la estación en moto-taxi.



En la estación compramos el billete y nos indican el andén, al llegar un hombre nos indica el autobús y le hacemos caso. Fallo y gordo. Es cierto el autobús va a Bangkok, pero antes hace mil paradas. Tras 3,5 horas llegamos a una clandestina estación de Bkk, desesperaados tomamos un taxi al New Siam donde nos espera la piscina. Cenamos en Kao San; Pad Thai, rollitos, shake y pieza de piña.

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