Friburgo

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Con mucha ilusión por visitar este país llegamos al aeropuerto de Basilea desde Alicante. Con 6 días por delante alquilamos un coche y planeamos la siguiente ruta:



Tras dejar el aeropuerto el paisaje no tarda en ofrecernos la imagen que esperabamos.. Verdes prados, vacas, casitas con típicos tejados con un fondo de nevadas montañas.



Ansiosos por aprovechar las horas de luz que quedan paramos en Friburgo. Un ciudad de puentes, desde donde la vista panorámica sobre la parte antigua, refugiada entre los meandros del río Sarine, es una postal del Medievo.



La parte alta, más extensa, se divide entre el casco histórico, alrededor de la Catedral, y las zonas de urbanización más reciente.

Su enclavaje en un irregular entorno natural le hace ser a la vez un pueblo y una ciudad, el contraste de sus bonitos tejados con el verde del pronunciado valle es excepcional.



Dormimos en un BnB en Rossens, un pequeño pueblo a pocos km de Friburgo. Denyse Gagnaux ofrece una impecable habitación y aunque no hay baño reserva el de la planta de abajo para nuestra estancia.

Nos asombramos con la confiaza de la gente. Al llegar la señora no está y la vecina nos atiende dándonos las llaves de la casa que queda con todas sus cosas a nuestra disposición.



Montreux- Gruyeres- Berna- Murten- Thun

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Las distancias entre ciudades es muy corta y los cascos antiguos se recorren en poco tiempo, esto nos permite aprovechar muy bien el día.

Nos despertamos en Rossens. Conocemos a la amable propietaria de la casa y aunque no sabe mucho inglés se esfuerza por decirnos algo.

Paseamos por el pueblo de bonitas casas. Seguimos asombrados, los grandes ventanales no tienen ni una sola reja y sus jardínes están abiertos formando parte de las calles.

Enseguida nos ponemos en marcha hacia Montreux. Conducir en Suiza es muy sencillo, simplemente hay que coger la autovia en un sentido u otro.

Montreux se situa a orillas de lago Lemán, su largo paseo repleto de flores es una maravilla.





Pero el verdadero interés del lugar es el mágico Castillo de Chillón, situado excepcionalmente sobre un islote peñascoso del lago.





Dedicamos parte de la mañana a visitarlo por dentro, recorriendo sus mazmorras y habitaciones conservadas con sus muebles y enseres.



Deshaciendo parte del camino nos dirigimos a Gruyères. Paramos antes en Bulle, pero las obras que abarcan la plaza central nos impiden encontrar encanto alguno.

El paisaje es increible, cualquier camino es bueno para parar el coche y descubrir el lugar.



La pintoresca Gruyères está situada en lo alto de una colina desde donde podemos ver excelentes vistas de los Alpes, valles y lagos circundantes.



El casco antiguo es básicamente una calle muy larga que se asemeja a una gran plaza de mercado medieval donde un gran número de restaurantes turísticos ofrecen fondues del famoso queso.







Tras comer la fondue de rigor nos desplazamos a Murten, otra localidad medieval a orillas del lago del mismo nombre. No es tan famoso como otros pueblos y vale mucho la pena. Recorremos su intacta muralla desde la cual se contempla un bonito mapa de tejados.





La siguiente parada es Berna, capital de Suiza. Su singular calle principal es un paseo cubierto repleto de torres históricas y fuentes monumentales.



La calle desemboca en un puente donde se disfruta la vista más bella del casco antiguo y el río Aare.



Adentrandonos en la zona del Interlaken hacemos una última parada en Thun, situado junto a uno de los dos lagos de esta idílica zona. Su elevado castillo rodeado de laberinticas calles parece sacado de un cuento de hadas.



Nuestro alojamiento de hoy está en Aeschiried, un pueblo prealpino con bonitas vistas al lago Thun. El BnB Renate Legancher es una de las últimas casas, ofrece un sencillo apartamento situado en la parte baja.





Finalizamos el día con un tranquilo paseo por los alrededores.

Interlaken- Lauterbrunen- Grindelwald- Beatenberg- Spiez

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Nos levantamos con la ilusión de tener un buen día que nos permita subir al Jungfrau, la estación de tren más alta de Europa. Dicen que el viaje de subida es una atracción en sí, y que la cima tiene unas vistas indescriptibles. El tren cremallera se puede coger en Interlaken o en estaciones posteriores y es carísimo, por lo que hay que asegurarse un día despejado.

Diversos puntos del interlaken hay televisiones que ofrecen las vistas a tiempo real desde los picos más importantes. La pantalla cuando muestra el Jungfrau es totalmente blanca, visibilidad nula. Que rabia!

El Interlaken, situado entre los lagos Thun y Brienz, está rodeado de un increible paisaje. El pueblo en sí no tiene interés alguno, es simplemente una ciudad base para iniciar cualquier recorrido.

Desde allí, tomamos la carretera de montaña que lleva a los pueblos alpinos más conocidos, Lauterbrunnen y Grindelwald. También los últimos que puedes acceder con coche, a partir de ahí las rutas son a pie o en teleférico.

Lauterbrunnen se halla en uno de los valles en U más impresionantes de los Alpes, entre paredes rocosas gigantescas y altos picos de montaña.





Un continuo manto verde repleto de casitas de madera crea una imagen tan irreal que se asemeja una maqueta.



Su cascada urbana (Staubbachfall)cae casi 300 metros desde una pared rocosa impresionante, una de las cataratas de caída libre más grandes de Europa.





Es una maravilla encontrar en cualquier rincón coloridas flores como estos preciosos tulipanes que no estamos acostumbrados a ver.

Suiza221#

A unos 3 km de esta localidad exploramos el interior de la montaña recorriendo los los diez saltos de agua glaciares de las cataratas Trümmelbachfälle, un espectáculo natural ensordecedor.



Deshaciendo el camino para tomar otro desvio llegamos a Grindelwald, un pueblo no tan bonito como el anterior pero igualmente impresionante.



Lloviznea y nos refugiamos aprovechando para comer en un restaurante con unas vistas impagables.



Los restaurantes en Suiza son realmemte caros y la comida deja mucho que desear. Si hace buen tiempo vale la pena escoger un sitio tranquilo donde sentarse y comprar algo en el super. Los supermercados Coops y Migros son los más numerosos y los precios estan muy bien.

Con la visibilidad del día poco más pocemos hacer allí arriba, así que decidimos bajar a los lagos.

Un gran número de pueblecitos rodean estas grandes superficies de agua. Al azar decidimos explorar Beatenberg y Spiez. En realidad estas localidades sin tener nada especial que visitar lo tienen todo, preciosas casitas típicas con una vistas espectaculares.







Acabamos el día paseando y disfrutando del paisaje.



Böoningen-Brienz-Meiringen-Lungern-Lucerna

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Un nuevo día nublado nos fastidia nuestra última oportunidad de subir al Jungfrau.

En los lagos el tiempo es formidable, parece mentira que en los altos picos la situación sea tan distinta, jo....

Nuestro destino final de hoy es Lucerna, en el trayecto tenemos planeadas diversas paradas. Visitamos Böoningen, Iseltwald y Brienz, que comparten un entorno privilegiado a orillas de lago Brienz.





Todos los pueblos tienen su oficina de información turística. En Böoningen organizan una visita guiada gratuita por las casas del pueblo, explicandote su historia y peculiaridades.

Tenemos la suerte de llegar unos minutos antes de que comience, ser los únicos apuntados y de que la guía sepa algo de español.

La visita se convierte en un agradable paseo donde aprendemos muchas cosas sobre la arquitectura de estas pintorescas viviendas, cómo los aspectos decorativos de las fachadas reflejan su año de construcción.





El tiempo es totalmente imprivisible, de repente una tormenta acompañada de una gran neblina invade los lagos.

En el trayecto de Brienz a Meiringen vemos numerosos saltos de agua, y por supuesto paramos para hacer una fotillo.



Incluimos Meiringen en la ruta por ser el inicio de dos grandes atracciones. Las gargantas del rio Aare (Aareschlucht) y la "Ruta de los tres puertos".

Nos da mucha rabia no poder recorrer los puertos Sustenpass—Furkapass—Gimselpass, de los que hemos leido maravillas, pero es imposible hacerla porque estas carreteras se encuentran todavía cerradas por la nieve.

Nos dirigimos a Lucerna por una carretera de montaña que pasa por Lugern, un pueblo que no figura en la lista de los más famosos y que vale mucho la pena.



Situado un valle refugiado entre montañas, sus casas se distribuyen alrededor de un lago. Entendemos que estas localidades se dedican principalmente a la ganaderia de animales tan simpáticos como estos.





Las vistas desde el cementerio son así de bonitas.





Aquí los cemeterios son preciosos, con bonitas lápidas y coloridas flores plantadas junto a ellas. En todos vemos gente cuidandolos al detalle.

Al llegar a Lucern todavía nos da tiempo a recorrer tranquilamente todo el casco antiguo y subir a su antigua muralla.





Entre lo más destacado visitamos su famoso puente de madera cubierto y el Monumento al León en honor a la Guardia Suiza, una impresionante escultura tallada en una enorme roca.



Ante las expectativas que nos habían generado los piropos que recibe esta ciudad nos sentimos un poco decepcionados tras visitarla. No es que no sea bonita pero para nosotros no sobresale del resto.

Nos alojamos en Littau, a excasos minutos del centro. En el BnB Haus in Lochli nos acoje el simpático matrimonio Jenny & Raymond. La habitación esta impecable y tiene baño dentro.