27 Dic 2007
El vuelo de ida es Valencia-Karlsruhe Baden, por la mañana temprano ya estamos en suelo alemán. Recogemos el coche que tenemos reservado en Avis y no ponemos en marcha 62km hacia Heidelberg.
La ciudad universitaria más antigua y famosa de Alemania presenta desde su castillo un paisaje urbano de tejados rojos cubiertos gran parte por la nieve.
El centro historico se extiende a lo largo del rio Neckar con la calle peatonal más larga de Europa (1,6km). Desde los puentes se contempla el castillo dominando desde lo alto el centro histórico.
La neblina apenas deja apreciar el paisaje. Al bajar del puente encontramos la estatua de un mono metalico sujetando un espejo y rodeado de ratones. Según se dice, quien toque el espejo tendrá riqueza, el que toque los ratones tendrá muchos hijos y quien toque los dedos del animal volverá a Heidelberg. Yo hice esto último.
Para comer sin perder mucho tiempo recurrimos al gran plato aleman: salchichas!!
Nuestro siguiente destino a 165km: Rothenburg ob der Tauber.
Cuando llegamos ya ha anochecido, aquí a las 16.30h ya no hay luz. Encontramos un pueblo dormido, sumamente tranquilo y realmente.. encantador. Calles empedradas, murallas con torres, pintorescas casas alemanas, una ciudad medieval bajo la luz tenue de los farolillos y adornos navideños.
Los escaparates muestran un increible surtido de ornamentos navideños, la mayoría hechos a mano con una imaginación sorprendente, lo que se refleja en su precio.
Cenamos en un restaurante donde la patata "kartofen" era el ingrediente estrella.
28 Dic 2007
Nos alojamos en "Gästehaus Eberlein" una especie de hostal con un dueño muy encantador. El desayuno incluido fue muy acojedor, todo cuidado al detalle.
Bien pronto ya estamos recorriendo las calles. Nos da la sensación de estar en un parque medieval temático. Precioso.
La muralla está intacta y e pueden recorrer 2,5 km. Desde allí vemos un bonito mapa de tejados cubiertos por la nieve.
La especialidad de Rothenburg son las "Schneeballen", bolas de masa dulce rebozadas en canela, azucar o chocolate. Las encontramos por todas partes y no nos podemos ir sin probarlas. Cansan un poco pero estan buenas.
Con pena de no quedarnos más tiempo salimos camino a Wuzburg, 67km. Una ciudad con un casco antiguo muy pintoresco.
Comemos en un sitio recomendado en la Lonely, "Le Clochard Bistro". Bien pero un poco tardones.
Todavia quedan unas horas de luz que aprovechar asi que nos apresuramos hacia Wetheim, a tan solo 43km.
Un pueblecito muy animado que vale la pena ver. Lástima que se hace tan pronto denoche, es el inconveniente del invierno.
Después de un día con bastante recorrido llegamos a la gran capital de negocios, Frankfurt del Main. En contraste a tdo lo visitado aquí predominan los edificios elevados, rascacielos que despuntan en la cuenca del rio Main.
Nos alojamos en el Quality Hotel Kaiserhof City Centre, donde hemos quedado con mi amiga Vanessa que también esta de viaje en Alemania. Nos juntamos un buen grupo de gente con quien salimos a cenar.
29 Dic 2007
Madrugamos para ir a visitar Wiesbaden y Mainz. La segunda nos gustó más.
A la vuelta visitamos el "Römerberg", la vieja plaza mayor de Frankfurt.
Por la noche volvemos a reunirnos con el grupo que han ido a pasar el dia a Heidelberg.
30 Dic 2007
Nuestro último dia de viaje recorremos la ruta del Rin romántico, 65km de río declarados Patrimonio Mundial por la Unesco por su paisaje de castillos y pueblos mágicos sacados de cuentos de hadas.
La primera parada es Rúdesheim, su famosa calle "Drosselgasse" suele estar abarrotada de visitantes, nosotros a las 9 de la mañana podemos pasear con toda tranquilidad...
Para seguir la ruta es necesario cruzar el rio en ferry para llegar a Bingen. Entre Bingen y Bacharach aparecen tres castillos impresionantes Burg Sooneck, Burg Reichenstein y Burg Rheinstein. Nosotros elegimos el último para hacer una visita.
El castillo se puede visitar por dentro y a nosotros nos apeteció verlo. Lo que no sabiamos es que dentro no habia nadie y eso no nos gustó mucho. Tenemos que decir que pasamos algo de miedo...
Y con el miedo en el cuerpo llegamos al diminuto Bacharach, la joya de la ruta. Un pueblo medieval amurallado que esconde recargadas mansiones de entramado de madera.
Llegamos a Boppard a comer. Visitamos su bonita Marktplatz y comemos en "Severus Stube" en Untere Marktstrasse 7, un acogedor sitio con decoración rústica y buena comida.
Empezando a atardecer entramos a Köln, su bonita catedral fuertemente ennegrecida comienza a perderse. Aun así es impresionante.
Pasamos la noche en un hotel de la cadena Mercure, el cual encontramos gracias a un hombre que pese a no saber ingles nos hizo una clara explicación con dibujos.
A las 6 de la mañanana salimos desde el pequeño aeropuerto de Düsseldorf (Weeze) hacia Valencia.
Hasta pronto Alemania!!!
