Ko Tao

21-25 Agosto 2008

Ko Tao es la meca de la inmesión de Tailandia gracias a la claridad de sus aguas y su rica fauna acuática.

Hay varias formas de llegar a la isla. Nosotros, por presupuesto, elegimos el combinado de bus y catamaran de Lomprayah. Compramos los billetes días antes directamente en la oficina que tienen cerca de Kao San. Este es también el lugar de partida del autobús que en 8h te deja en el embarcadero de Chumphon donde tomas el catamarán 1,45h hasta Ko Tao.

El trayecto no se hace pesado, el autobús esta equipado con cómodos asientos y como sale a las 21:00h todo el mundo se quea dormido enseguida. Lo más pesado viene al llegar al embarcadero porque llegas a las 5:00h y hasta las 7:00h no sale el ferry, es la única pega.

Al llegar a la isla nos recibe un gran grupo de personas ofreciendonos hoteles y furgonetas de transporte. Aquí vamos un poco a la aventura, no tenemos nada planeado. Tras ver muchos hoteles en internet no nos convenció ninguno y pensamos no arriesgarnos reservando. Tras leer las descripciones de la lonely elegimos una playa y buscamos una furgoneta que vaya hacia allí.

Así llegamos a "Ao Chalok Ban Kao",la tercera playa más extensa de la isla. Encontrar hotel no resulta tarea fácil, visitamos casi todos, pero calidad precio no nos acoplan. En las islas los precios se elevan considerablemente.

Cansados de ver habitaciones cargados con las mochilas nos sentamos en la playa, se nos acerca un chico que tiene un bungalow pagado que no va a utilizar, a su hermana no le ha gustado y se han ido a otro. Decidimos ir a verlo y acabamos quedandonos allí. "Reef Rider" es un centro de buceo que ofrece también alojamiento, las cabaña es muy básica pero está en la arena, en la misma playa, y es realmente barata.





Chalok es una bahía rodeada de bungalows, tiene muy poca extensión de arena y el agua no es la que habiamos soñado.





Pero la bahía no esta aislada, caminando accedes a zonas donde la vegetación desemboca directamente en el mar dejando minúsculas playas en medio. A pesar de la gran cantidad de alojamientos, estos no alteran la naturaleza del lugar, las cabañas interrunpen en algunos claros de la selva siendo únicamente accesibles por estrechos senderos que conectan unas con otras.

A través de las cabañas "New Heaven" vemos las aguas cristalinas de la bahía contigua, "Thian Og Bay". Los huéspedes del hotel nos indican que la forma más rápida de acceder a ella es através de las rocas, el camino de tierra no es directo y se tarda en llegar.



El camino por las rocas no es fácil, en algunos tramos el agua es lo suficientemente alta para que vayamos con la mochila y las toallas en la cabeza, toda una aventura que nos lleva a un pequeño trocito de paraiso de arena blanca, agua turquesa y un verde telón de fondo.





El lugar nos encanta y nos quedamos en la isla más días de los planeados. La playa es practicamente para nosotros solos y encontramos en ella lo que andabamos buscando.





Pensamos en alquilar una moto y así recorrer la isla. Caminamos por la carretera hasta llegar al pequeño puerto, aquí se concentran la mayoría de los comercios y entre ellas las empresas de alquiler de motos. Despues de hacer toda la gestión para llevarnos una nos obligan a dejar el pasaporte como fianza, ¿como vamos a dejarles el único documento que nos identifica y nos permite salir del país? ahí se queda la moto y vuelta andando a Chalok...

La vida isleña es muy rural, se concentra en las zonas de paso que comunican las playas. Pequeños comercios, modestas viviendas y bungalows es todo lo que puedes encontrar cuando sales del puerto. El comercialismo todavia no ha destrozado su autenticidad y sus habitantes se dedican más a la pesca y el cultivo de cocos que al turismo.

Una mañana alquilamos un kayak a muy buen precio en el chiringuito de la playa. Con la profundidad el agua se vuelve de un increible azul intenso por la presencia de una gran barrera de coral. No sorprende que Ko Tao sea famosa por su riqueza marina, incluso antiguamente bucear era un requisito para poder quedarte en la isla. Ahora esta abierta al turismo y el submarinismo sigue siendo la actividad central,todos los alojamientos ofrecen múltiples opciones y muchos de ellos son escuelas acreditadas donde puedes sacarte el certificado PADI.





Nosotros decidimos pasar unos dias tranquilos disfrutando del agua y de la tranquilidad. En los chiringuitos venden también los típicos cocos que aquí, en Tailandia, te sirven con una pajita para que te bebas el agua y una cuchara para que puedas comerte la fruta. Riquísimos!





Sin embargo no podemos dejar de madrugar, las horas de luz son muy pocas, a las 18:30h anochece. Resulta raro pasar unos días de playa con este horario.
Chalok tiene una isleña vida noctura a la que contribuyen todos los bungalows y bares que la rodean. Se sirven bebidas a la luz de las velas en la arena donde artistas malabares juegan con fuego y la música se entremezcla con el batir de las olas... y todo queda delante de nuestra modesta cabaña.

El atardecer es un momento idílico. La caída del sol se acompaña de buena música, cálidas antorchas y un rico sake en un abiente informal que nos encanta.









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