Desde Querétaro salimos hacia Toluca donde buscaremos la salida a Ixtapan de la Sal, una población que nos recomiendan visitar pero que tampoco tiene nada especial.
Hay un gran parque acuático y un balneario pero nos llevaría todo el día y esa no es nuestra intención. Así que únicamente visitamos su centro, recorremos el mercado, paseamos por su plaza principal y subimos a su gran iglesia.
Grutas de Cacahuamilpa
De camino a Taxco están las desconocidas Grutas de Cacahuamilpa.
Al llegar comemos en un viejo restaurante-comedor que hay en el piso superior del edificio de entrada, no hay más opciones para elegir.
El acceso a las formaciones es cada hora, a nosotros nos toca esperar. Nada más entrar hay una tirolesa que cuesta pocos pesos. Por supuesto yo no soy una de las que se atreve...
Dicen que estas grutas son las más grandes del mundo. Y realmente son inmensas, a través de ellas discurren dos ríos subterráneos y la altura en su interior está entre los 30 metros en la parte más baja y los 70 metros en la más alta.
Realizamos un tour de dos horas donde, en total, recorremos 2km. En el trayecto de ida nos acompaña un guía que nos va mostrando como algunas caprichosas estalactitas y estalagmitas calizas se asemejan a siluetas de objetos, animales y caras conocidas de los que han tomado el nombre.
Taxco de Alarcón
Las grutas se situan a 30 km de Taxco y tras visitarlas poco queda que hacer allí.
Taxco es una ciudad que preserva el estilo colonial, pero en lugar de coloridas fachadas las casas aquí son blancas con techos de tejas rojas. Situada en un terreno inclinado, sus laberínticas calles empedradas que recorren el casco antiguo ofrecen en las zonas más altas unas excepcionales vistas.
El bonito Templo de Santa Prisca corona la plaza central, su recargado estilo churrigueresco decora abundantemente sus altas torres y la parte central de la fachada.
Pero el turismo y la fama de esta ciudad no se debe a su arquitectura. Taxco es conocida mundialmente por su riqueza minera y su joyeria tradicional en plata.
Cientos de tiendas y mercados se aglutinan en el casco antiguo. Venden piezas de diseño tradicional y algunas copias de grandes firmas, muchas tienen lo mismo pero los precios varían, sobretodo si te llevas varias cosas. No es ninguna ganga pero esta bién de precio y tienes la garantia de que estás comprando plata.
Me hubiera quedado más tiempo fisgoneando de tienda en tienda, pero solo me dió para comprarme algún recuerdo con el calendario maya.
En México conservan muchos escarabajos de Volkswagen, vemos cantidad de ellos. Curiosamente aquí les llaman "vochos".
Cenamos en la "Pozoleria Tia Calla", en Plaza Borda 1, un sitio muy sencillo pero que ofrece comida mexicana a buen precio.
Nos alojamos en el "Hotel de la Borda" (650 mxn/noche). La posición de este hotel es privilegiada, pero está muy descuidado y viejo. En su día debió ser un gran hotel pero a día de hoy no merece las 4 estrellas que tiene.
Tepoztlán
Desde Taxco llegamos a Tepoztlán. Sin mucha información nos han recomendado unas antiguas ruinas de esta población y decidimos parar a verlas.
Tras dejar el coche en el parking empieza un camino que es más largo de lo que pensamos. Lo que empieza siendo una breve parada acaba siendo una calurosa excursión de tres horas.
Conforme enpezamos a subir el camino se convierte en un sendero mal dibujado donde sorteamos grandes piedras, la gente que baja nos advierte del trozo que nos queda pero nos asegura que vale mucho la pena. Mentira y gorda, al llegar encontramos unos graciosos animales, una pirámide derruida y unas sencillas vistas panorámicas.
Al bajar probamos las famosas Tepoznieves, esta cadena de heladerías ofrece una gran variedad de exóticos sabores artesanos, mezclas con sugerentes nombres como Canción de cuna de la Luna o Pétalos de rosas.
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