CHIAPAS. Palenque y Selva Lacandona

Agua Azul-Misolha -Palenque

Para ir de San Cristobal a Palenque contratamos un tour en "Otisa" porque el precio (300MXN/pers) es semejante a tomar un autobús y de camino se visitan las cascadas de Misolha y Agua Azul y las ruinas de Palenque.

El paisaje montañoso de frondosos bosques y grandes valles del trayecto compensa la mala carretera.

Las cascadas se encuentran cerca de Palenque así que recorremos la mayor distancia antes de llegar a los primeros saltos de agua, Agua Azul.

Debido a que es época de lluvias el Agua Azul es más bien marrón. Un sendero paralelo al río permite recorrer el discurso del agua, junto a él los lugareños tienen sus casas y los vemos haciendo sus faenas diarias.

En la hora y media que nos dejan, recorremos bastante camino pero la parte más bonita es el principio.




Esperamos a que salga el autobús tomando algo de fruta. Encontramos bastantes vendedores de fruta pelada en México, la pena es que la tienen a temperatura ambiente, sin hielo ni nada que la refresque un poco.



No sabemos si cuando esten azules serán más espectaculares pero a nosotros nos gustó más Misolha. Una bonita cascada de aproximadamente 30 m de altura que al caer forma una amplia poza en la que es posible bañarse.




A diferencia de la anterior no tiene recorrido y tan solo nos dejan 30 min.

Llegamos a las ruinas de Palenque a las 15.00h, el parque cierra a las 16.30h y ni siquiera hemos comido. Esto es lo que no nos gustó del tour.

La oferta para comer en la entrada es muy poca, así que decidimos no perder más tiempo y entrar directamente al complejo.



Enclavadas en un entorno natural ofrecen unas vistas preciosas, pero no es una hora apropiada para visitar el lugar, hace un calor espantoso.




Pero ya estamos aquí así que decidimos aprovechar la visita y contratamos un guía junto con un chico que viaja solo.



Como solo disponemos de una hora nos explica solo la zona de edificios principales, aunque el resto son simplemente casas y calles menos conservadas.

Si reunes gente vale la pena pagar un guía. La visita resulta mucho más enriquecedora al conocer no solo la historia de los edificios, también la vida, costumbres y creencias de la antigua civilización maya.




Incluso nos muestra los wateres que todavía se conservan con su sistema de desagüe.



Al llegar a Palenque nos quedamos con el primer hotel que vemos, el "Hotel Avenida" (200MXN/noche). Situado enfrente de la estación de autobuses es una buena opción, sobretodo porque tiene alberca (piscina)... menudo bañito nos pegamos!



Selva lacandona

En "Otisa"(en San Cristobal) también contratamos una excursión para visitar las ruinas de Yaxchilan y Bonampak (650MXN/pers). Aunque recomendamos sacarla en Palenque porque la ofrecen más barata.

El trayecto es largo, aprox. 5 horas, y la furgoneta nos recoge a la 6.00h. Coincidimos con una pareja de méxicanos y otra de Estonia.

La ruinas están escondidas en la Selva Lacandona, cerca de la frontera corrozal que separa México de Guatemala. Las de Yaxchilan no son accesibles a pié y hay que tomar una lancha para llegar a ellas por el río Usumacinta.



El recorrido en lancha es calmado y relajante. La orilla de enfrente es Guatemala, ojala tuvieramos más dias para cruzar y ver Tikal.



Las ruinas en sí no son tan espectaculares como otras pero sin duda están en un entorno diferente al resto. El hecho de llegar con una lancha por el río, rodeado por la selva tropical, le da algo de misterio que no se encuentra en los sitios grandes

Allí nos dejan 2,5h para explorar los restos arqueológicos a nuestro aire.




Yaxchilan en lengua maya significa "lugar de piedras verdes", y es así, la humedad axfixiante de la selva provoca la aparición de musgo que da color a los restos de la antigua ciudad.




Apenas hay gente visitando el complejo y aunque empezamos con el grupo viendo la gran acropolis, acabamos solos buscanso otros templos más alejados. En la soledad de la jungla donde los desconocidos sonidos nos advierten de la presencia de varios animalillos nos entra algo de yuyu...



Tanto el desayuno como la comida se incluyen en el tour. Al llegar de nuevo al embarcadero comemos en un restaurante donde hay otros grupos.

En menos de una hora llegamos a Bonampak. Para llegar a las ruinas se deben de usar las camionetas de los indios lacandones que te dejan en la entrada de la zona arqueológica.



El recinto es pequeño y se conservan pocos edificios. El gran interés de este lugar son sus conservados frescos que muestran ceremonias, rituales de los mayas y escenas de batallas.



Vale la pena subir los dificultosos peldaños de los templos para ver también la vistas que ofrecen desde arriba.

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