Londres



Londres es una ciudad referente a nivel mundial cuyos sus emblemas no oficiales le dan un carácter propio.









A pesar de estar siempre lloviendo, Londres está llena de color. Sus innumerables parques descargan el ambiente de esta dinámica ciudad ofreciendo grandes espacios para infinidad de actividades. Además tenemos la suerte de haber venido en otoño y ver la riqueza cromática que muestran en esta época de año.


St. James´s Park



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Kensington Gardens


Hyde Park

Encontramos una ciudad llena de contrastes, tan moderna como antigua. Donde convive una forma de hacer política propia de otros siglos con las discotecas y clubs más modernos e innovadores del mundo. También los distintos barrios que la conforman son como micro universos que ofrecen experiencias muy distintas.

Notting Hill
es uno de los más curiosos y atrayentes, un vecindario donde destacan sobremanera las coloridas fachadas de sus casas, sus carnavales y su mercado de antigüedades.





Portobello Road reune la selección de antigüedades más grande de Gran Bretaña, en él puedes encontrar gran variedad de objetos de coleccionista; joyeria, arte, vajillas de plata,...









El día de mercado es el sábado. Si tenéis la oportunidad, aunque no penseis comprar, id a verlo y disfrutareis de su peculiar ambiente. Al final de la calle hay muchos puestecitos de comida bastante económica y con gran variedad.





Visitamos también el mercado de Candem. Mucho más grande que el anterior, es en realidad un conglomerado de mercados en torno al Regent's Canal, ocupando también el interior de un almacen y un antiguo hospital veterinario para caballos que hoy es el centro de tiendas "fashion".





Nos mareamos entre la tremenda variedad de artículos, hay de todo, desde piezas de diseño hasta ropa barata, comida, velas, cerámica, pañoletas, espejos, camisetas para turistas... Es muy diferente a Portobello, como un lugar de reunión para adolescentes londinenses, donde además hay gran oferta de restaurantes para comer.



Por supuesto, en nuestra primera visita a la capital inglesa, recorremos también todas las plazas, monumentos y rincones destacados.







Como no el monumento londinense más reconocido, el Big Ben, torre del reloj del parlamento.







Subimos al London Eye, una gran noria que sinceramente no vale mucho la pena para las 18 libras que cuesta.





En los cinco días no cogemos ni una sola vez el transporte público. La mejor forma de visitar la ciudad es perderse en ella, en su bullicioso centro, en sus parques y barrios residenciales,... patear y patear. Pero ojo! que aquí te vienen por la derecha!!



Nos alojamos en el Jolly Hotel St Ermin's gracias a una oferta. El hotel esta bien, quizás algo anticuado, pero su situación es muy centrica.

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